Irrumpe con fuerza en una escena plagada de peinados caniche, pantalones de spandex, y cabezales puntiagudos, y Slash de Guns N 'Roses salvado de rock en los años 80 a mediados de traer de vuelta la grasa, el cuero, la actitud y unas chuletas de guitarra en serio pesados. Su versión 1987 del ''Appetite For Destruction'' se convirtió en el álbum debut más vendido de todos los tiempos, con 28 millones y contando vendidos en todo el mundo, y los riffs grande de "Welcome to the Jungle", "Paradise City" y "Sweet Child O Mine'" dispararon hasta las ondas de radio de todo el mundo-riffs impulsado por la herramienta de rock más poderoso de todos los tiempos: una Les Paul.
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